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sábado, 25 de diciembre de 2010

LAS FIESTAS CONMIGO NO VAN




Las odio. Sencillamente las detesto, las aborrezco, las maldigo, las repruebo y desapruebo. No existe sector físico que no me recuerde en qué época del año estamos, en aquella en donde se debería hacer un balance del ciclo pasado y en donde, hasta sin quererlo, los problemas más profundamente guardados en mi resurgen.
Por qué, sin quererlo, todas las cuestiones pendientes, todos los fracasos, todas esas relaciones que se desgastaron durante el año caen ruidosamente en mi conciencia como una fastidiosa maquinita de casino. Afloran todas esas cuestiones y decisiones negativas y, sobre todo, aquellas que intentamos ocultar debajo del tapete de la inconciencia con rigurosidad. Pero mierda porqué si el año tiene 365 días todas las fichas me caen ahora!!!
Con la melancolía a flor de piel, intentando postear mi sonrisa más falsa y obligándome a salir de la cama, otro problema me vuelve a azotar ¿Con quién pasarla? ¿Quién viene? ¿Por qué viene? Pero con las ganas que yo tenía de estar rodeada de gente! Existe una presión social pasa pasar las fiestas con las “personas queridas” como si pasándola con ellos convalidamos que ocupan un lugar importante en nuestras vidas. Los cierto es que esa presión por la unión, el júbilo y el encuentro con los otros provoca en mi lo contrario; cuanto más me esfuerzo por la unión más sola me siento y más fuerte renacen en mi aquellos sentimientos que me causan dolor… pucha que sensible que estoy…
Y los peor, pero lo peor de todo es que uno intenta encasillar esos días, no darle tanta importancia, decir “no me voy a morir por dos cenas deprimentes al año”, “qué serán 3 horas como mucho, no?”. Pero no. La ciudad, las calles y sobre todo la casa de mi mamá son un verdadero altar hacia las fiestas. Seamos realistas, el arbolito es sucio, las guirnaldas son horribles, para colgar Papa Noel ya estamos grandes y aparte es todo tan caro… qué tiene de lindo esos balcones llenos de lucecitas, esas imágenes iluminadas. A la vuelta de mi casa una vecina loca puso un Papa Noel de tamaño real en la puerta de entrada y arriba una imagen gigante de los renos hecho de lucecitas titilante, en qué estaba pensando? Imaginate salir un día medio dormido y encontrarte con ese monumento en tu puerta, barbudo y con una bolsa al hombro, que susto. Ya demasiado ir a la casa de mi familia que tienen velitas navideñas hasta en el baño… hasta cuando me voy a lavar las manos me deprimo.
Al borde del precipicio emocional pienso que las próximas fiestas van a ser mejores, pero no, año a año son cada vez más caóticas. Y bueno intentare pasarlas de la mejor manera y la más rápida: con litros y litros de alcohol.
JO JO JO – FELIZ NAVIDAD!

Pd: Les deseo un fin de año con balance positivo, con un nuevo ciclo por venir lleno de sueños y proyectos, habiendo mantenido y respetado aquellas relaciones importantes en sus vidas. Deseo que estén brindando con aquellas personas que más aman, tranquilos en el corazón y en la conciencia de haber dado lo mejor en el 2010 y abiertos a recibir un exitoso 2011.
Salud!