El caso de Candela conmocionó a la opinión pública con una dimensión pocas veces vista. En un primer momento la noticia hablaba de la desaparición de una menor y nosotros, la sociedad, tomamos como bandera el caso para decir basta! Basta de chicos que desaparecen, de mujeres utilizadas para la trata de personas, de la venta de órganos, de la falta de justicia, de la ausencia de seguridad. Aprovechamos para reclamar por los agujeros negros que la Justicia deja, los temas que realmente nos duelen y sufrimos. Las redes sociales se llenaron con la foto de la hermosa Candela y la frase “que aparezca” se multiplicó más rápido que cualquier virus informático. En medio del deseo de todos, los vecinos de la familia organizaban marchas, la madre y tías hablaban a la cámara dirigiéndose a un tercero (al parecer) conocido por ellas y los medios de comunicación presionaban cualquier tipo de desenlace con la aprobación tácita de todos (sobretodo de la familia).
Finalmente la encontraron. La tristeza se sentía en las calles, nadie escapaba de hablar del tema y nos dimos cuenta que, tristemente, era un hecho policial inusual. Piratas del asfalto, casas tomadas, amenazas que no conocíamos. No era nuestra bandera, era y es una inocente que, aparentemente, pagó con su vida los errores ajenos.
Las cosas que decimos sin pensar! Qué tiene que ver acá los planes sociales? Qué lugar tienen las luchas políticas? Me parece incomprensible tanto odia, tan poco constructivo; por lástima perversos y gente mala va a existir siempre pero sí desde nuestro lado podemos reclamar e impulsar medidas drásticas que cambien la vida ciudadana. Apoyemos el proyecto de banco genético de datos de violadores y asesinos, impulsemos el cierre de todos los prostíbulos clandestinos del país, exijamos que las investigaciones no sean entorpecidas ni con la ineptitud de algunas fuerzas policiales que permiten que se manoseen las pruebas ni con los medios de comunicación que deben buscar noticias para vender. No permitamos que nos abandone la sensibilidad que sentimos hoy y hagamos algo todos juntos (sin importan por quién va a votar el otro en octubre).
PD: Dolorosamente Candela ya no está y estoy segura que los mal nacidos que la mataron lo van a pagar de alguna manera, pero lamentablemente hay 442 personas de las que aún se desconoce su paradero. Contactándose con Missing Children o con Personas Desaparecidas podes imprimir la imagen de un menor o un adulto desaparecidos cerca de la escuela en la que votas, en las pasadas elecciones primarias, gracias a este proyecto, encontraron a cuatro.
Hagamos algo ya!
