EL ROMANCE DE LA LLORONA Y EL PAYASO

Pd: Sí, la posdata va al comienzo hoy. El siguiente texto es una historia de amor entre dos personajes opuestos, escrito en formato noticia ¿Porqué son contrarios? Por la siguiente definición:

Llorona o plañidera es aquella mujer que se le paga por ir a llorar al funeral de alguna persona para alentar a los concurrentes a expresar sus sentimientos; mientras que el payaso el quien trabaja de hacer reír a la gente, gastar bromas, hacer piruetas y trucos divertidos.

Y esta es la historia...

EL ROMANCE DE LA LLORONA Y EL PAYASO

La tildaron de falsa, de poco creíble, de inmoral, de sin sentido. Isabel Holguín paga caro el precio de estar enamorada del incorrecto, "dicen cosas horribles de mí por las calles, en las televisoras, en todo sitio, pero por qué, por qué si yo no molesto a nadie".

La noticia la dio a conocer María Escobar, una clienta insatisfecha con el desempeño de Isabel en el funeral de su padre, quién la acusó de haber derramado sólo tres lágrimas y, de esa manera, no haber honrado la memoria de su difunto progenitor. Escobar extrañada de la poca sentida actuación de la llorona la siguió, luego de concluida la ceremonia y grande fue su sorpresa al ver a Holguín en los brazos de un payaso. "Es una deshonra para mi padre, ella aún vestida de negro, besándose con un hombre de circo, podría haber guardado el luto por algunas horas, por respeto a los muertos no más", sostuvo la indignada señora.

En Barranquilla, Colombia, nadie sale del estupor ya que Isabel Holguín es, o era, la mejor plañidera y la más cara. Sus actuaciones conmovían hasta a los más fríos de alma; ella lloraba, gritaba, babeaba, golpeaba su pecho y su vientre al sonido descontrolado del sufrimiento. Se tiraba al suelo, desgarraba sus vestimentas del supuesto dolor, se jalaba del pelo y siempre llevaba un ramito de orquídeas rosas del jardín de su casa para dejarle al reciente difunto.

Llorona pero no sufrida

Una mesa de madera, cuatro silla, "no recibo muchas visitas" aclara, y tres cuadritos de mariposas disecadas son la única decoración del comedor. Ella, morena, madura, de estatura mediana, delgada pero caderona, me invita a sentarme con un jugo de tamarindo para paliar el agobiante calor colombiano.

- Por qué eliguió este trabajo? No es demasiado triste?

- Yo soy llorona de familia, mi madre Inés era plañidera, mi abuela Leticia era plañidera, mi bisabuela Ofelia era plañidera y su madre y su abuela también lo eran. Para nosotras la muerte no es dolorosa, si uno se va para estar al lado del Señor, lo feo es la ausencia. Se tiene que llorar al muerto, demostrarle que se lo va a echar de menos, imaginese usted que triste es irse y que nadie lo llore. Mi trabajo es hacer que la gente se anime a llorar, crear el ambiente adecuado.

- Ha ganado mucha plata en su vida?

- No se si mucha, vivo bien, tengo mi casita, mantengo a mi mamita...

- Y algún muerto famoso que ha tenido que llorar?

- Nooooooooooo, eso no lo puedo decir, es secreto profesional.

Una linda historia de amor

Una tarde lluviosa de 1999, Inés fue junto a su hermana Dolores a ver el espectáculo circense que se encontraba de gira por Barranquilla. Se sentaron en primera fila, disfrutaron la función y, una vez acabada ésta, abandonaron la carpa. Cuando Holguín llegó a su casa descubrió que no tenía sus llaves, corrió hacia el circo y la mujer barbuda le permitió entrar a buscar lo que por obra del destino había perdido. Ahí vio a Lisandro, el payaso, con su peluca roja, sus pantalones verdes y sus medias rayadas, ensayando su performance. Ella lo amó desde el primer momento y él quedó deslumbrado para siempre de su curvosa figura.

"Nos casamos a los quince días de conocernos porque él tenía que continuar con la gira, ni luna de miel tuvimos, jajaja, estábamos locos de amor". Nunca contó en el distrito cuál era el oficio de su marido por recomendación de su madre, "ella es una plañidera muy conservadora, siempre viste de negro, nunca se muestra alegre, yo no soy así, soy más moderna, pero ella me aconsejó que no diga nada, que no iba a ser bien visto y yo le hice caso.

Al descubierto

En Barranquilla, al margen de ser una de las ciudades más pobladas de Colombia, todos los vecinos se conocer, el océano y el carnaval parecen borrar los rastros de las FARC, el aroma a café inunda las calles y los niños corren al ritmo del vallenato (música tradicional).

Aquel 28 de noviembre de 2007 Lisandro volvía a casa después de tres meses de gira por Latinoamérica pero, antes de ir a su encuentro, Isabel debía trabajar en el sepelio de Adolfo Escobar, un prestigioso empresario de la región. Luego de concluida la ceremonia, la llorona fue a la esperada reunión con su payaso sin saber que la hija del difunto seguía sus huellas.

A los dos días todos los medios de comunicación locales se hacían eco de la noticia, la plañidera Holguín casada con un hombre que se dedica al humor. Su trabajo y su honra fueron desvirtuados y una enorme polémica, que adquirió caracter nacional, conmovió a todos los ciudadanos ¿Puede una mujer que lucra con el llanto casarse con un hombre que lucra con la risa?

- En mi casa, fuera de mi trabajo, mi vida es otra y no es motivo de debate de nadie.

- Pero que hay de cierto en la acusación que le realizó María Escobar?

- Totalmente falsa, admito que ese día me costó llorar porque estaba emocionada de ver a Lisandro después de tantos días, pero mi trabajo lo hice del mil maravillas.

- Qué es lo que la enamoró de Lisandro?

- Que él nunca me haría llorar.